Real Academia Nacional de Medicina
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1861 - García y Caballero, Félix

felix garcia caballero

 

 

 

 

 

 

Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Toma de Posesión: 28/04/1861

Sillón nº 13

Fallecimiento: 15/11/1893

 

Biografía:

Nació en Barajas en 1821. Hizo la primera enseñanza en su domicilio, bajo la tutela de su padre D. Fabriciano García, profesor de Instrucción Pública, aprobado por el Consejo Supremo de Castilla. Presentado a examen a los nueve años, mereció una certificación honorífica del Cardenal Inguanzo. Continuó estudios en el Colegio de la Concepción de Alcalá de Henares, con el Helenista Matías Ánxel Ximenez y el auxiliar D. Joaquín Aguirre de la Peña, hombre de azarosa vida política, que llegaría a Catedrático de Jurisprudencia, Académico, Ministro y Presidente del tribunal Supremo. Tras estudiar Latín, Retórica y Poética, con excelentes calificaciones, ingresó en la Universidad de Alcalá para estudiar Filosofía, recibiendo el grado de Bachiller en Filosofía en 1837, de modo gratuito por sobresaliente. Como en 1836 la Universidad de Alcalá se trasladó a Madrid, Félix se matriculó en el antiguo Colegio de San Carlos como alumno de Medicina. A la vez estudia también Griego, Historia Natural, Botánica y Química. Se graduó de Bachiller en Medicina con sobresaliente, licenciándose al año siguiente y doctorándose en diciembre de 1844, una vez pasado el tiempo de suficiencia que exigía la ley entonces.

En 1845 fue nombrado médico titular de Almoguera (Guadalajara) donde se enfrentó, brevemente, a una dura epidemia de fiebres tifoideas. De regreso en casa se encontró con el mismo panorama, luchando denodadamente con otra epidemia de tifoidea, largo tiempo. Por estos servicios en las epidemias de 1845 a 1847, se le concedió la Cruz de Epidemias, tras juicio contradictorio, dieciséis años después.

La experiencia en materia de fiebres le convirtió en destacado piretólogo, pues escribió estudios clínicos sobre fiebres larvadas, catarrales, epidémicas, de estos años, y sobre caquexias, fiebres lentas, analogías y diferencias del tifo y del escorbuto, etc. según su compañero Simón Hergueta y Martín en su libro Semblanzas y Recuerdos delos Médicos más prestigiosos del Cuerpo Facultativo de la Beneficencia Provincial de Madrid fallecidos durante estos últimos 50 años (1918). Madrid. Impta. Provincial. En el que dedica a D. Félix las páginas 27 y 28. A este respecto fue importante su Memoria titulada Las Quinas y su acción terapéutica. Sobre ella, la Gaceta de Sanidad Militar de 10 de mayo de 1884 publica que “En la Real Academia de Medicina se ha leído una extensa memoria debida al laborioso médico D. Félix. García Caballero, en cuya lectura se han consumido varias sesiones. Las quinas y su acción terapéutica es un tema de la mayor importancia que ha sabido desenvolver el respetable académico en forma tan galana como erudita. No se suscitaron notables discusiones, por otra parte agotadas en este lema, que ya se viene debatiendo desde el año anterior; lo más saliente ha sido el resumen de este asunto hecho por el Dr, Santero, en el cual defendió sus doctrinas, de todos bien conocidas, con la constancia y la fe que le caracterizan.”

Nos dice el Dr. Hergueta que D. Félix era hombre de excelente carácter y convicciones profundamente Hipocráticas. De extensa cultura humanística, gustaba de ensalzar las glorias de las figuras médicas españolas del pasado. De hecho publicó sus trabajos sobre Recuerdos históricos de la Corporación facultativa de los hospitales de Madrid y suya fue la iniciativa de colocar medallones con la efigie, nombre y trabajos de estas figuras alrededor de la Galería de la planta baja del Hospital.

Fue durante años miembro muy activo de la Sociedad Médica de Socorros Mutuos, editora del Boletín de Medicina, Cirugía y Farmacia, en el que publicó con asiduidad.

García Caballero mantuvo correspondencia con Dubois Rayer, secretario de la Academia Francesa, gracias a la cual aplicó, con éxito, inyecciones de preparados carbólicos, Bálsamo de Tolú y Brea, cloruro de cal, y otros agentes terapéuticos, que expuso en una Memoria sobre Enfermedades del Pecho en la Real Academia de Medicina, que le valió el título de Académico correspondiente.

En 1848 opositó, con sobresaliente, a médico de los Hospitales generales de Madrid. Propuesto en terna con Ramón Félix Capdevila y José Rodríguez Villargoitia, fue nombrado Médico del Hospital general en noviembre de ese año y, a partir de 1849 fué ascendiendo en el escalafón, hasta su muerte, que le sorprendió siendo, como número 1, Decano de la Beneficencia Madrileña.

El domingo 28 de noviembre narra el Dr. D. José Benavides, en el Boletín de Medicina, Cirugía y Farmacia de 8 de diciembre de 1852, cómo fue requerido por el jefe de la estación ferroviaria de Madrid para acudir a un descarrilamiento del tren de Aranjuez, pasada la zona del Cerro negro, a donde se desplazó en un tren de emergencia al efecto. Con satisfacción describe cómo, al llegar a la estación con los heridos, ya se encontraba allí D. Félix con todo un equipo de sanitarios y camillas, lo que facilitó enormemente la evacuación al hospital y las tareas asistenciales a los 24 heridos, quemados y contusionados.

En 26 de junio de 1854 D. Félix fue nombrado numerario de la Real Academia de Medicina de Madrid, en la que pronunció el discurso titulado: De la libertad moral en sus relaciones con los delitos, memoria de 29 páginas dedicada en prueba de gratitud y afectuoso respeto, al Excmo Sr. D. Buenaventura Vivó, Enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la República Mejicana cerca de S.M.C. Caballero Gran cruz de la Real Orden de Isabel La Católica etc etc.). En la Academia perteneció a la Sección de Medicina, ocupando el sillón número 13.

Durante todos estos años fue juez de oposiciones a Médicos de los Hospitales Generales, Facultativos de la Beneficencia general del reino, direcciones de Aguas Minerales, manicomios y cátedras de Universidad.

Escribió numerosas Memorias e informes facultativos a la Academia y al gobierno que le valieron la cruz de Carlos III, en 1856.

Establecida una consulta pública de especialidades en el Hospital Provincial en enero de 1860 con la aprobación de la Junta Provincial de Beneficencia, a D. Félix le correspondió pasar la de enfermedades del corazón y pulmones los miércoles a las 3 de la tarde.

De 1860 a 1863 fue vocal de la Excma. Junta provincial de Madrid y en Memoria impresa por aquella corporación consta cómo desempeñó sus tareas, lo que le valió la Encomienda de Isabel la Católica y más tarde la de Carlos III.

Se incorporó al claustro de la Universidad Central en 1868 pasando por nuevas pruebas de idoneidad para adquirir un segundo grado de doctor en Medicina con el discurso titulado De la experiencia en medicina.

Fué un fecundo publicista que escribió en el Boletín de Medicina Cirugía y Farmacia que luego se llamó El Siglo Médico del que fue redactor, así como del Eco de la Medicina.

Casado con Dª María Rubio, tuvo dos hijos que le sobrevivieron Nicolás y María. Su domicilio estaba en C. Duque de Alba n.º 11.

Falleció el 13 de noviembre de 1888 a la 1 de la madrugada. El día 21 a las once de la mañana se celebraron en la Iglesia de San Juan de Dios solemnes funerales Se ofrecieron sufragios el día 23 en la iglesia de San Antonio del Prado y Santa Catalina de los Donados y fue enterrado en el Panteón Familiar en el Cementerio de Navalcarnero.

OBRA Fundamental

  1. Estudios sobre el café. Madrid. Dedicado a su amigo y compañero del Hospital D. Serapio Escolar.1851. Impta. De D. M. Delgras. 15 Págs.
  2. Del Aspecto Fisionómico considerado como fenómeno de gran valor en la ciencia del diagnóstico.(1852) Bol. Med. Cir y Farm. n.º 55 (pp17-18) 57 (pp.33 y 34) y 58 (pp. 41 y 42).
  3. De la libertad moral en sus relaciones con los delitos: memoria presentada á la Real Academia de Medicina. Madrid: Imprenta y librería de D. Pedro Sanz y Sanz, 1854. 29 págs. Dedicada en prueba de gratitud y afectuoso respeto, al Excmo Sr. D. Buenaventura Vivó, Enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la República Mejicana cerca de S.M.C. Caballero Gran cruz de la Real Orden de Isabel La Católica etc etc.
  4. De la experiencia en medicina: Discurso leído en la Universidad Central por D. Félix García Caballero en el solemne acto de recibir la investidura de doctor en medicina. Madrid: Impr. de Manuel Minuesa, 1868. 50 PÁGS.
  5. Recuerdos históricos de la Corporación Facultativa de los Hospitales generales de Madrid. 1865. Impta. De D. Pedro Montero. 49 Págs.
  6. La corporación facultativa de los hospitales generales de Madrid a la Sociedad Médica organizada en el mismo establecimiento en noviembre de 1869: memorándum. Madrid. Impta. Ester y Galvan. De Aribau y Cía.1874. 57 p.
  7. Sinopsis nosográfica del Cólera. Madrid. 1885. 1 hoja pleg. 30 cms.
  8. Las Quinas y su acción terapéutica .
  9. Estudio sobre el aforismo 8º de la sección primera de Hipócrates.

MÉRITOS Y CORPORACIONES A LAS QUE PERTENECÍA

Decano del Cuerpo Médico-farmacéutico de la Beneficencia provincial de Madrid, Académico de número de la Real Academia de Medicina, Comendador de número de Carlos III é Isabel la Católica. Cruz de epidemias de primera clase. Individuo numerario de la Real Sociedad Económica de Amigos del Pais de Sevilla, de la de Emulacion y Fomento de la misma Ciudad, Sócio corresponsal de la de Ciencias médicas de Lisboa, de la de París, Tours, y de varias otras nacionales y extranjeras.

Autores:

Fernando J. Ponte Hernando. Profesor de Historia de la Medicina y de la Ciencia. Facultad de Medicina. Universidad de Santiago de Compostela.
Sonia González Castroagudín. Doctora en Historia de la Ciencia.

Fuentes:

Colección de El Anfiteatro anatómico español, Hemeroteca nacional digital, Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. Simón Hergueta y Martín. Semblanzas y Recuerdos de los Médicos más prestigiosos del Cuerpo Facultativo de la Beneficencia Provincial de Madrid fallecidos durante estos últimos 50 años (1918). Madrid. Impta. Provincial. pp.27-28