Real Academia Nacional de Medicina
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Sesión del día 3 de Octubre de 2006 - Actualidad de la Medicina Social: la epidemiología fundamento de las políticas sanitarias

"Actualidad de la Medicina Social: la epidemiología fundamento de las políticas sanitarias",

Francisco Javier Yuste Grijalba

 

 

 

 

 

 

 

por el Ilmo. Sr. D. Francisco Javier Yuste Grijalba,

Académico Correspondiente
Real Academia Nacional de Medicina

 

RESUMEN

El punto de encuentro de cualquier política sanitaria es la prestación de servicios curativos, la prevención de la enfermedad y la protección de la salud. ¿Proteger la salud, de qué? De los riesgos a los que está sometida, de los factores que hacen que se pierda, de los elementos que determinan que se genere enfermedad cuando se ponen en contacto con la naturaleza del ser humano.

Enunciados por Marc Lalonde en 1975 estos elementos se encuentran en la biología humana, el medio ambiente, nuestro estilo de vida y los sistemas sanitarios que enmarcarían el lugar donde la salud se genera, crece, se pierde y desaparece.

En una perspectiva poblacional comprobamos que los efectos de estos factores, en positivo o en negativo, determinan que la mayor parte de la población esté sana o con su salud expuesta a riesgos (las más de las veces comunes, en muchas ocasiones específicos), que una parte de ella se encuentre en estado de enfermedad no diagnosticada, subclínica o claramente sintomática y que solo una pequeña parte está gravemente enferma. La paradoja, sin esconder que la equidad pudiera ser una excelente razón para ello, es que destinamos la mayor parte de los recursos a responder a las necesidades de esta porción de la población y escasos a las necesidades de la primera.

La salud de los españoles deducida de los datos de mortalidad y morbilidad nos ofrece el siguiente cuadro en el que un dato es tan positivo como revelador: la expectativa de vida de los españoles, ellos y ellas, es sorprendentemente alta. En el año 2002 murieron en España 908 personas por cada 100.000 habitantes. En hombres, la tasa de mortalidad fue de 974 por 100,000, mientras que en mujeres fue de 847 por 100.000. Ahora bien, la mayor parte de las defunciones en España, se producen como consecuencia de enfermedades no trasmisibles: sólo las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son responsables de las tres quintas partes de todas las defunciones.

Estos son los datos de la epidemiología descriptiva tradicional pero una mayor profundización en línea con los enunciados de la Medicina Social, como hace el Informe del Ministerio de Sanidad sobre la Salud de los españoles en 2002, nos dice que la mortalidad por causas relacionadas con el hábito tabáquico y con el consumo de alcohol es 286,1 por 100.000 y 63,3 por 100.000 respectivamente. En la primera cifra se incluyen el conjunto de defunciones por cáncer de boca, cáncer de faringe, cáncer de laringe, cáncer de traquea, bronquios y pulmón, cáncer de esófago, enfermedad isquémica del corazón, enfermedad cerebrovascular y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. En la segunda las defunciones las debidas a cáncer de esófago, cáncer de laringe, síndrome de dependencia alcohólica, enfermedad crónica del hígado y cirrosis hepática y a las causas externas de traumatismos y envenenamientos. A la obesidad se ha atribuido el 8.5% de la mortalidad en España (81,7 por 100.000).

Y la información sobre la morbilidad de los españoles, ¿qué nos aporta? Las enfermedades del aparato circulatorio, el cáncer, las enfermedades del aparato respiratorio, las enfermedades del aparato digestivo y las enfermedades musculoesqueléticas constituyen las causas más frecuentes de altas hospitalarias. Concretamente, el número de altas hospitalarias debidas a cada una de esas enfermedades por cada 100.000 habitantes fue 1.432, 1.298, 1.082, 694 y 693, respectivamente.

Por su parte la epidemia de obesidad, y su consecuencia el síndrome metabólico (obesidad abdominal, niveles elevados de triglicéridos, niveles bajos de colesterol HDL, presión arterial alta e hiperglucemia en ayunas), es uno de los principales problemas de salud pública del siglo XXI. Asociado a un incremento de 5 veces en la prevalencia de diabetes tipo 2 y de 2-3 veces en la de enfermedad cardiovascular (ECV), se considera que es un elemento clave de la epidemia actual de diabetes y de ECV. La morbilidad y la mortalidad prematuras debidas a la ECV y la diabetes podrían desequilibrar completamente los presupuestos sanitarios de muchos países desarrollados o en vías de desarrollo. Es el paradigma del estilo de vida como determinante de una epidemia.

¿Qué se deduce en la práctica de toda esta información? ¿Qué hacer? Pregunta política por excelencia. La respuesta es simple: modificar el estilo de vida como factor patógeno por ser la fuente de malestar más importante en el actual escenario epidemiológico español.

La modificación de la conducta individual es fuente de salud, pero esta debe hacerse con una visión global o colectiva con medios que alcancen a toda la población. Conocemos muchas cosas del origen -etiología- y del modo de producirse- patogenia- de muchas enfermedades. Nos falta la decisión política de enfrentarnos con ello por las consecuencias de tal decisión. Resulta chocante enfrentarnos el enfermar con criterios exclusivamente anatomoclínicos cuando podemos hacerlo con criterios etiológicos. Los porqués de esta paradoja no hay que buscarlos en la ignorancia sino en los desaciertos de la política sanitaria.

Si la salud es el resultado de una determinada organización social, si es el componente del bienestar si el fruto del comportamiento individual, reflejo de la cultura colectiva, no será difícil concluir que el aumento de la misma llegará más fácilmente mediante acciones que modifiquen la organización social, o el comportamiento o la estructura socioeconómica de la comunidad. Dicho de otro modo la medicina es una ciencia social y la política medicina a gran escala (Virchow).

ABSTRACT

Appear the Spanish official data of mortality and morbidity, as well as available of obesity and the metabolic syndrome to base the thesis of which the pathogenic style of life is the main determinant of one and others. Considerations become on their meaning epidemiologist as well as the forced repercussions in the decisions on the sanitary policy, that must take care of the social causes of becoming ill than their individual consequences more, in a etiologic perspective than more anatomoclínic.