Real Academia Nacional de Medicina
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1901 - Ustáriz y Escribano, José





Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Toma de Posesión: 28/04/1901

Sillón nº 2

Discurso de Ingreso: "La transfusión de la sangre".

Contestación: Excmo. Sr. D. Carlos María Cortezo.

Fallecimiento: 15/11/1903


Biografía:

Don José Ustáriz y Escribano nació en Madrid el 21 de septiembre de 1849. Cursó los estudios de Medicina en el Colegio de San Carlos con gran aprovechamiento y obtuvo el grado de Licenciado en 1870. El de Doctor en Medicina y Cirugía, en 1879.

Recién licenciado fue Profesor, de entrada, en las Clínicas de la Facultad de Medicina durante tres años. Seguidamente hizo oposiciones y consiguió brillantemente una plaza de Médico del Hospital de la Princesa (Beneficencia General del Estado) en un servicio de Cirugía, en cuya especialidad pronto logró un nombre relevante dentro y fuera del Hospital.

A lo largo de su vida, diversos cargos ocuparon su tiempo, tales como el de Presidente del Ateneo, que ya tenía fama de gran centro cultural.

Fue primero Secretario y después Presidente de la Academia Médico Quirúrgica Española durante varios años; Vicepresidente de la Histológica, Socio fundador de la Sociedad de Higiene y honorario de la Academia de Ciencias de Barcelona y de la de Ciencias y Letras de La Habana.

Profesor auxiliar de la Facultad de Medicina en 1890 y posteriormente Profesor agregado en Patología Quirúrgica.

Publicista consumado, participó en la fundación de la «Revista Médico-Quirúrgica» y Director de su Boletín. Redactor de la «Revista Clínica». Intervino frecuentísimamente en centros médicos y culturales múltiples, con conferencias, cursos, etcétera.

Tradujo del francés varias obras, tales como la «Clínica Médica», de Jaccoud, y la «Cirugía Clínica», de Guyon.

En el Hospital de la Princesa fue un experto cirujano que difundió las modernas técnicas, como las transfusiones de sangre, etc. Él mismo donó su sangre para salvar la vida a un traumatizado en riesgo inminente.

Le fue reconocido oficialmente ese valioso rasgo concediéndole el Gobierno la Cruz de Beneficencia de primera clase. Por encima de todo fue un gran clínico y original operador, cuya fama se difundió pronto. Atendió en la calle a una distinguida y numerosa clientela, a la que trataba con celo y cuidados exquisitos, lo mismo que demostraba en los enfermos del Hospital y los pobres.

En la Real Academia de Medicina fue elegido en 1891, para cubrir la vacante al desaparecer el prestigioso numerario Dr. Maestre de San Juan. El nuevo electo hizo su ingreso el 28 de abril de 1901, adscrito definitivamente a la Sección de Cirugía con la Medalla núm. 2. Su paso por la Academia fue muy breve, pero a pesar de ello dejó un recuerdo gratísimo por su valía y trato delicado y jovial.

En los años precedentes a su fin perdió a su esposa y, sin hijos, se sentía solo y triste, deprimido y sin consuelo, circunstancias, sin duda, que adelantaron el infausto suceso. Falleció el día 15 de noviembre de 1904, entregando su alma al Creador, serenamente y con todo fervor, según testimonia uno de sus mejores amigos y biógrafos. Es indudable que en esa luctuosa fecha desaparecía un Cirujano sobresaliente y gran caballero.

Fuente: “202 Biografías Académicas”, Valentín Matilla Gómez, Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1987.