Real Academia Nacional de Medicina
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1876 - Calleja y Sánchez, Julián, Conde de Calleja





Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Toma de Posesión: 02/01/1876

Discurso de Ingreso: "Los lazos que unen al espíritu con el cerebro"

Contestación: Excmo. Sr. D. Rafael Martínez Molina

Sillón nº 39

Fallecimiento: 13/04/1913


Biografía:

Don Julián Calleja, figura muy sobresaliente de la Medicina española; nació en Madrid el año 1837 en el seno de una familia humilde y honesta.

Hizo su escolaridad, muy brillante, en la Facultad de Medicina de la capital (Colegio de San Carlos), y el año 1857, a los veinte años, obtuvo el título de Licenciado en Medicina y Cirugía; un año antes, por oposición, había conseguido una plaza de ayudante de Anatomía, disciplina a la que dedico su preferente atención después.

En el curso siguiente se doctoró y continuó colaborando asiduamente en la Cátedra, al lado de su maestro el doctor Asuero. El año 1862, a los 25 de edad, conquistó la Cátedra de Anatomía de la Facultad de Valladolid.

Nueve años después pasó a ocupar la de Anatomía descriptiva y general de Madrid como resultado de ejercicios de oposición brillantísimos, frente a otro contrincante relevante que ocupó poco después la Cátedra de Histología, el Profesor Maestre de San Juan.

El Dr. Calleja fue, desde el primer momento, prestigioso y simpar Profesor de San Carlos. Fue elegido años después, por unanimidad de sus compañeros, Decano, cargo que conserve hasta el final de su vida.

La labor que realizó en esa larga etapa en la Cátedra y en el Decanato fueron extraordinarias y fructíferas. Creo y organizó laboratorios en las Cátedras experimentales, abrió Cátedras nuevas de especialidades aun no establecidas, puso en marcha el Laboratorio especial de Investigaciones Científicas y Biológicas. Todo con favorable repercusión en la calidad de la enseñanza de la Medicina.

Para conseguir tan ambiciosos fines se aprovechó de la influencia que le proporcionaba su plataforma política como Senador por la Universidad de Zaragoza y al frente de la Dirección General de Instrucción Pública. También consiguió buenos logros para la capital aragonesa y en justa correspondencia le titularon hijo predilecto y adoptivo.

Durante muchos años perteneció a los Reales Consejos de Sanidad y de Instrucción Pública. En este último fue Vicepresidente. También fue Presidente de honor del Colegio de Médicos de Madrid y de la mayoría de los de España.

Delegado en un gran número de Reuniones y Congresos y Presidente de la IX Conferencia Internacional de Higiene y Demografía y de la XIV de Medicina. Presidente de honor de los Congresos de Roma, Paris, Londres, etcétera.

Su nombre era valorado fuera de España y aquí figuraba como la primera figura médica y con gran fama como clínico experto. Con la misma delicadeza atendía en su consulta privada a los ricos que a los menesterosos.

Ingresó en la nobleza con el título de Conde de Calleja, con que le sorprendió la Real Merced.

En la Academia de Medicina ingreso a los 40 años como Académico Numerario y ostentó en su pecho la Medalla núm. 39.

Desde 1904 fue Presidente, reelegido en sucesivos bienios por unanimidad.

Hizo una labor transcendental, agilizando las actividades académicas, reformando su Reglamento de Régimen Interior y aprovechó su gran ascendiente social y político para la construcción de la actual sede.

En 1894, siendo su Presidente, inauguro nuevo Colegio de Médicos de Madrid y dio un perfecto programa de ética profesional.

Publicista fecundísimo y de gran calidad. Escribió magníficos libros de Anatomía hasta llegar a su Tratado completo, además de Monografías, conferencias y discursos de gran factura, muchos de ellos en la Academia.

Poseía dotes humanas envidiables: afabilidad y comprensión, carácter atrayente e inteligente y voluntad firmes, que justifican su renombre dentro y fuera de España.

Disfrutó a lo largo de su vida de una salud envidiable, pero en los últimos años le aquejó una dolencia penosa, hasta su final, hecho desgraciado que acaeció el 13 de marzo de 1913, a las cuatro de la tarde, sumiendo en la más dolorosa desolación a la totalidad de la clase médica y a una gran parte de la población española.

Fuente: “202 Biografías Académicas”, Valentín Matilla Gómez, Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1987.