Real Academia Nacional de Medicina
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1880 - Carretero y Muriel, Mariano





Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Toma de Posesión: 11/07/1880

Sillón nº 47

Discurso de Ingreso: "Consideraciones acerca de las aguas cloruradas de España, y especialmente de su empleo en el tratamiento de las escrófulas"

Contestación: Excmo. Sr. D. Manuel Iglesias y Díaz

Fallecimiento: 19/03/1915


Biografía:

Don Mariano Carretero y Muriel nació en Madrid el día 8 de septiembre de 1833.

Cursó la carrera de Medicina en el Colegio de San Carlos con gran brillantez. Sobresaliente en todas las asignaturas en el Bachillerato y en la Facultad, con varios premios.

Estudió simultáneamente varias asignaturas de Ciencias y los idiomas francés e italiano.

Se doctoró en 1858 y a continuación ingresó, tras lucida oposición, en el Cuerpo de Médicos de Baños. Sucesivamente atendió como Director a los Balnearios de Paterna y Jigonza, Hervideros de Fuensantas, Cestona, Lugo, Arnedillo y Caldas de Oviedo, dejando en todos ellos el mejor recuerdo por sus dotes de carácter y su competencia profesional.

Formo parte de la Comisión de «Anuario Oficial de Aguas Minerales de España», fue fundador de la Sociedad Española de Hidrología Medica, etcétera.

Premiado por el Gobierno por una magnifica Memoria sobre los baños minerales de Hervideros de Fuensanta.

Prestó servicios en el Hospital General como practicante numerario y llego a ser allí Cirujano agregado.

También aprobó todos los ejercicios de oposición de la plaza de Médico del Real Sitio de El Pardo.

El año 1880 fue elegido Académico de número de la Real de Medicina, adjudicándosele la Medalla núm. 47.

Hizo su ingreso en ese mismo año, adscrito a la Sección de Farmacología y Farmacia. También desempeñó años después la plaza de Bibliotecario, que ejerció con competencia hasta el fin de su vida.

Este doloroso suceso aconteció el 19 de marzo de 1915, a las cuatro y media de la tarde. Sus restos reposan en la Sacramental de San Justo.

Fue a lo largo de toda su existencia un hombre esforzado en el ejercicio profesional, sirviendo a la humanidad doliente con toda atención y delicadeza, como demostró con su sacrificada actitud durante la epidemia colérica de 1865, en el Distrito del Hospital, como Medico de los Amigos de los Pobres.

Fuente: “202 Biografías Académicas”, Valentín Matilla Gómez, Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1987.