Real Academia Nacional de Medicina
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1894 - Gutiérrez y González, Eugenio, Conde San Diego





Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Toma de Posesión: 13/05/1894

Sillón nº 3

Discurso de Ingreso: "Limites de la cirugía radical en Ginecología".

Contestación: Excmo. Sr. D. Ángel Pulido Fernández.

Fallecimiento: 22/07/1914


Biografía:

Don Eugenio Gutiérrez y Gonzalez, primer Conde de San Diego, nació el 15 de junio de 1851 en Santander y se crió en Puente de San Miguel, en casa contigua a la del Dr. Argumosa.

Cursó el Bachillerato en el Colegio de los PP. Escolapios de Villacarriedo, y los estudios de Medicina en la Facultad de Valladolid. Obtuvo el título de Licenciado en 1873. Ocho años más tarde (1881) se doctoró en Madrid con la calificación de sobresaliente.

Recién licenciado ejerció durante unos años como Medico titular en Valdaliga, humilde aldea montañesa. En esa etapa hizo varias estancias en París, cultivando la Obstetricia y la Ginecología con gran empeño al lado de los más destacados especialistas de la capital francesa. Ya muy bien formado, se trasladó a Madrid para doctorarse y seguidamente fue nombrado Profesor del Instituto de Terapéutica operatoria del Hospital de la Princesa como Cirujano. Allí desarrolló particularmente la Cirugía ginecológica, además de la general, que practicaba con singular maestría.

Dirigía el Centro el ilustre Dr. Federico Rubio, que supo muy bien seleccionar a sus colaboradores, emprendiendo una tarea concienzuda de autentica Escuela privada de Medicina, muy pronto prestigiada.

El Dr. Gutiérrez sentía una clara afición a la enseñanza, especialmente a la cabecera del enfermo y en el quirófano. Como además poseía una vasta cultura (entre sus aficiones se destacaba la de la música, por lo que no faltaba nunca a los conciertos del Real) y tenía un carácter bondadoso, con generosidad ilimitada, su prestigio como ginecólogo creció rápidamente en la Corte, entre las más diferentes gentes y clases sociales.

Fue requerido por ello por un gran número de Academias y de sociedades científicas. Ya en 1879 obtuvo medalla de oro y título de Miembro honorario de la Academia Médico-Quirúrgica Jerezana, y en 1881 de la Sociedad Ginecológica Española, de la que más tarde sería su Vicepresidente. Años después le nombraron Socio corresponsal de la de Ciencias Medicas de Lisboa.

A lo largo de su vida publicó numerosos y valiosos trabajos sobre muy diversos temas de la especialidad. Excepcionalmente, sus cuantiosos meritos y servicios fueron reconocidos y premiados con la alta distinción nobiliaria de Conde de San Diego, que usaba desde entonces con satisfacción y sano orgullo.

El año 1893 fue elegido Académico electo de la Real de Medicina en la vacante que dejó el Dr. Creus por cambio de residencia fuera de Madrid. Tomó posesión el día 13 de mayo de 1894, en sesión presidida por el Dr. Castelo. Recibió la Medalla núm. 3 y fue adscrito a la Sección de Cirugía, desde la que ejerció un importante papel, laborando incansablemente con comunicaciones, discursos e intervenciones frecuentes.

Católico práctico y filántropo sin pregonarlo (según lo juzgaba uno de sus más conspicuos compañeros), fue querido y admirado por todos los que le trataron.

Falleció a los 63 años, e1 22 de julio de 1914, y fue enterrado en el humilde cementerio de su pequeña aldea montañesa, acompañando a sus restos humildes gentes y encumbradas figuras de la Medicina y representantes de la realeza, que así quisieron rendir un postrero homenaje al hombre bueno y especialista eminente que tanto bien derramó a lo largo de su existencia.

Fuente: “202 Biografías Académicas”, Valentín Matilla Gómez, Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1987.