Las neoplasias a nivel de páncreas o del sistema nervioso central requieren más investigación para lograr mejores resultados
Publicado el 24 de septiembre de 2024
"La investigación en cáncer en España adolece de una falta de apoyo y de reconocimiento por parte de las estructuras gubernamentales. La sociedad valora muy positivamente esta labor, pero la realidad en los entornos hospitalarios e incluso en las universidades no cuenta con el soporte necesario. Las becas y proyectos que se dedican a este objetivo son claramente insuficientes", afirma el Prof. Jesús García-Foncillas, catedrático de Oncología de la Universidad Autónoma de Madrid, director del Departamento de Oncología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y académico correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME).
En este sentido, asegura, “el tratamiento y la investigación se encuentran en una delicada encrucijada que viene dada por grandes avances terapéuticos desde la ciencia junto a un contexto del sistema nacional de salud que necesita un replanteamiento para posicionar adecuadamente toda esta pléyade de nuevos logros”. Es un momento de reflexión, confiesa, “que precisa de adecuar de manera eficiente y racional los beneficios que nos está proporcionando la investigación para saberlos llevar de manera inteligente al paciente”.
“No cabe duda de que hay tumores con pronósticos infaustos donde la investigación todavía tiene un largo recorrido por delante. Neoplasias a nivel de páncreas o del sistema nervioso central son todavía objeto de avances más lentos y donde necesitamos alcanzar más y mejores resultados”, destaca.
En estos últimos años estamos asistiendo a cómo la investigación biológica en cáncer está ofreciéndonos una visión mucho más rica en matices que nos ha permitido cambiar la percepción clásica del cáncer. En esta línea, explica el Prof. García-Foncillas, “hoy tenemos claro que, dentro del cáncer de mama, como también del cáncer de pulmón o el cáncer de colon, no hay una sola entidad, sino múltiples subtipos caracterizados por perfiles genéticos muy concretos que determinan pronósticos distintos y abordajes terapéuticos diferenciales con objeto de aportar cada paciente el máximo beneficio dentro de un escenario de medicina de precisión”. Esto se traduce en que, más allá de donde se localiza el tumor primario, “es la alteración genética quien marca el tratamiento a administrar a cada paciente: tratamiento personalizado en base a los resultados genéticos del tumor”, señala este especialista.
La investigación biológica ha aportado en el campo del cáncer el conocimiento de las distintas alteraciones genéticas cuya activación pone en marcha el desarrollo de la enfermedad y son responsables del desarrollo de metástasis, así como de la resistencia al tratamiento. “Evidentemente, poder corregir estas alteraciones y cambiar las secuencias genéticas que condicionan estas características del cáncer pueden suponer reescribir la historia de la enfermedad. Posiblemente la revolución venga de la mano de la reedición del genoma con técnicas como CRISPR donde, a partir del análisis previo y la identificación de mutaciones específicas responsables del desarrollo de la enfermedad, podamos corregirlas para cambiar la evolución del cáncer de manera determinante”, concluye este académico de la RANME.