Real Academia Nacional de Medicina
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La Real Academia Nacional de Medicina recibió al profesor Ciril Rozman como académico de honor

PROFESOR CIRIL ROZMAN: “DEBEMOS ANTEPONER SIEMPRE EL BIENESTAR DE LOS PACIENTES A LOS PROPIOS INTERESES” 

 Ciril Rozman

  • Durante su discurso “La vocación de médico” el profesor Rozman analizó la deshumanización que está sufriendo la profesión, la adaptación al momento actual del Juramento Hipocrático y la necesidad de conseguir un sistema sanitario sostenible
  • En la laudatio, el Académico de Número Manuel Serrano Ríos, destacó su entrega absoluta a la Medicina y su dedicación permanente a la investigación y docencia
  • Ciril Rozman, profesor emérito de la Universidad de Barcelona y catedrático de Medicina Interna, es autor de más de 800 artículos científicos publicados en prestigiosas revistas nacionales e internacionales

Madrid, 24 de marzo de 2010.-  “Tan solo un hombre bueno puede ser un buen médico”. Así de rotundo concluyó su discurso el profesor Ciril Rozman durante su ingreso ayer como Académico de Honor en la Real Academia Nacional de Medicina (RANM).

El profesor Rozman es un ejemplo viviente del humanismo médico y de la dedicación a la investigación y a la docencia en nuestro país. Actualmente es profesor emérito de la Universidad de Barcelona y catedrático de Medicina Interna.  “La vocación de médico” ha sido el título elegido para su discurso, que ha versado sobre la deshumanización que está sufriendo la profesión, la necesidad de que se mantenga el compromiso ético y moral de los médicos y las claves para conseguir un sistema sanitario sostenible. “Además de disponer de una sanidad gratuita, accesible y de óptima calidad”, afirmó el profesor Rozman, “es preciso que se retomen las relaciones médico-paciente basadas en la confianza. No tengo ninguna duda en afirmar que nuestra profesión es vocacional, por lo que debemos anteponer siempre el bienestar de los pacientes a los propios intereses. Ello comporta un cierto grado de abnegación. Evidentemente, no se le puede exigir al médico que desarrolle su trabajo de forma absolutamente desinteresada, ya que tiene el derecho legítimo de ganarse la vida dignamente con el ejercicio de su profesión. Pero  su interés económico o de cualquier otra naturaleza debe subordinarse al beneficio de los enfermos”..

Durante la laudatio, elAcadémico de Número Manuel Serrano Ríos, reconoció el prestigio del profesor Rozman a nivel internacional, que ha sido además el continuador de la labor pedagógica que inició el doctor Farreras en 1929 con su Tratado de Medicina Interna Farreras-Rozman, que sigue siendo un libro fundamental para estudiantes y licenciados y el manual de Medicina Interna en lengua hispana con mayor difusión del mundo. El profesor Rozman es autor de más de 890 artículos publicados en prestigiosas revistas nacionales e internacionales y ha sido citado en más de 12.000 ocasiones.

“El profesor Rozman es una de las figuras españolas más relevantes de la Medicina Interna y un referente internacional en Hematología, campo en el que es considerado uno de los mayores expertos mundiales en Leucemia Linfática Crónica. Su implicación en esta área se ha centrado en el trasplante de médula ósea, llevando a cabo el primer trasplante alogénico realizado en España”, destacó el profesor Serrano Ríos.

El Juramento Hipocrático como base del humanismo médico

Uno de los puntos del discurso del profesor Rozman se centró en el papel actual del Juramento Hipocrático.  “Este juramento público”, explicó este experto, “que realizan los graduados en Medicina delante de la comunidad y de otros médicos, sirve para orientar éticamente el ejercicio de su profesión. Del texto clásico se puede deducir su influencia religiosa, pues se invoca a los dioses como jueces del juramento; y el compromiso del médico de actuar siempre en beneficio del ser humano y no perjudicarlo. Se ha llegado a afirmar que clásicamente sólo existían dos vocaciones: la religiosa y la de médico”.

Con el objetivo de adaptarlo a los tiempos modernos, el Juramento original se ha  modificado en numerosas ocasiones. El profesor Rozman manifestó que en las nuevas versiones, la tendencia es, por un lado, a omitir el contenido religioso, y por otro, hay diferentes modificaciones relacionadas con numerosas cuestiones que son motivo de debate en el  campo de la bioética. “Para algunos autores –añadió-, la relajación ética ha llegado a ser en algunos juramentos tan extrema que pueden ser considerados como peligrosos. No obstante, en su gran mayoría los textos subrayan la necesidad de que el médico ejerza su profesión con honradez, anteponiendo  sobre todo los intereses de sus pacientes. Desde numerosas instancias nacionales e internacionales se está insistiendo sobre la importancia del humanismo médico y poco a poco se van estableciendo normativas para la práctica médica actual”.

El profesor Manuel Díaz Rubio, presidente de la RANM, cerró el acto manifestando que “supone un lujo y un honor para esta Institución el ingreso del profesor Ciril Rozman como Académico de Honor. Su trayectoria personal y profesional es un ejemplo de superación vital  para las nuevas generaciones. Nada se resiste a la personalidad de Rozman, una persona que conserva todo lo bueno del maestro antiguo y que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos”.

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