Real Academia Nacional de Medicina
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Sesíon del día 20 de Marzo del 2001 - Estudio de los genotipos víricos en diferentes procesos infecciosos

"Estudio de los genotipos víricos en diferentes procesos infecciosos"

 

 M.ª del Carmen Maroto Vela

 

 

 

 

por la Excma. Sra. D.ª M.ª del Carmen Maroto Vela,

Catedrática de Microbiología y Parasitología
Universidad de Granada

Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Sillón nº 33 -Microbiología y Parasitología Médica-

 

RESUMEN

La variabilidad gen ética es, en este momento, una de las líneas de investigación más importantes en Medicina, por la transcendencia que dicha variabilidad adquiere en la evolución de los procesos clínicos y en la respuesta a la terapia antivírica. Esta comunicación abarca tres apartados. En el primero, se describen los conceptos de genotipo, subtipo y cuasiespecie. Decimos que existen varios genotipos en un mismo virus cuando sus genomas tienen una homología del 70%. Si existe una homología entre los genotipos de un 80%, hablamos de subtipos. Y entendemos por cuasiespecie la existencia de genomas víricos muy cercanos genéticamente, pero no idénticos, y sometidos a procesos de variación, combinación y selección. La existencia de estas variabilidades permite la mayor replicación vírica, el escape ala acción del sistema inmune, y la aparición de resistencias por cambios, por ejemplo, a nivel enzimático.

En la segunda parte se mencionan algunas técnicas de Biología Molecular tales como Heteroduplex Mobility Assay (HMA), Single Strand Conformation Polimorphism (SSCP), Restriction Fragment Lenght Polimorphism (RFLP) y, por supuesto, secuenciación.

En la tercera parte, se presentan algunos resultados obtenidos en el Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de Granada sobre algunos virus. En relación a los papilomavirus, se comprueba cómo el porcentaje de aislamiento de DNA es más alto en mujeres con alteraciones celulares que en sanas, y cómo también varían los genotipos. En las patologías benignas encontramos una mayor proporción de los genotipos 31, 33 y 35, y en las displasias graves el 16 y el 18.

En el virus de la hepatitis C, se comprueba cómo el genotipo 1b es el más frecuente en nuestro país, se relaciona con una mayor carga vírica y es predictor de mala evolución y de posible fracaso terapéutico. Con técnicas de HMA se demuestra la aparición de cuasiespecies, y que éstas pueden aparecer o desaparecer según la presión del tratamiento. Igualmente se describe la existencia de cuasiespecies en el virus de la hepatitis G. En relación al virus asociado a transfusiones (TTV), encontramos un 12% de DNA positivo en hemodializados frente aun 2% en personas sanas, y una mayor heterogeneidad en los primeros. Algo parecido ocurre en individuos VIH y con hepatitis crónica. Por último, nuestro grupo ha encontrado que en personas VIH positivas, el subtipo B era el más frecuente (porcentaje más elevado en pacientes estudiados antes de 1996 que en los estudiados posteriormente), que en una población inmigrante de origen marroquí, cuyo subtipo más frecuente era el A. Es evidente, por tanto, que la entrada de estos nuevos pacientes va a condicionar el espectro gen ético de los virus VIH ya existentes en nuestro medio.

Se resalta la importancia que presenta el estudio de la heterogeneidad gen ética de los virus, ya que se ha demostrado la relación de estas variaciones con la mejor o peor evolución del proceso, así como con la mayor o menor respuesta a la terapia.