Real Academia Nacional de Medicina
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Sesión del día 23 de Abril del 2002 - Limón y escorbuto: de los primeros pasos a la actualidad de los ensayos clínicos

"Limón y escorbuto: de los primeros pasos a la actualidad de los ensayos clínicos",

Pedro Sánchez García

 

 

 

 

por el Excmo. Sr. D. Pedro Sánchez García,

Catedrático de Farmacología
Universidad Autónoma de Madrid

Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Sillón nº 1 -Farmacología-

 

RESUMEN

El ensayo clínico controlado constituye la herramienta fundamental para la investigación farmacoterapéutica. La disponibilidad de medicamentos cada vez más específicos y eficaces además de exigir un perfil farmacológico básico, requiere una investigación farmacológico-clínica de gran calado, que implica consideraciones éticas y de carácter regulador imprescindibles. De la fase empírica en el ámbito terapéutico se ha pasado, en la actualidad, al complicado mundo de la investigación farmacológica preclínica y en seres humanos con los problemas que ello implica.

En esta conferencia, partiendo del principio que reza "... el olvido de la historia, nos hace repetirla, incluidos errores y consecuencias..." en esta conferencia, digo, se ha tratado de hacer un viaje histórico, un viaje lleno de peripecias, que nos ha llevado desde el primer ensayo clínico con sus penas y glorias, doscientos cincuenta años hace, hasta los albores del milenio que comienza. Este primer ensayo atribuido a James Lind (1747) cirujano de la marina inglesa, demostró por vez primera, con criterios elementales, pero rigurosos al tiempo, el valor del limón en el tratamiento del escorbuto. Primitivo fue, simple si se quiere, pero con la visión pragmática de su tiempo. Abrió brecha. Precedentes los hubo. Recuérdese al cirujano Ambrosio Pare (1545) y su estudio sobre el tratamiento de las heridas de guerra y Van Helmont, que diseñó y realizó el primer ensayo comparativo. A pesar de todo las conclusiones de Lind tardaron al menos cincuenta años en ser aceptadas como norma por la marina británica.

A partir de estas observaciones iniciales, históricas, otras fueron llegando progresivamente hasta nuestros días. Recuerdo un refrán que solía decir mi padre "... nunca olvides la fuente que apagó tu sed...". El cimiento del pasado y el futuro abierto han hecho, todo lo que hoy tenemos; la comparación como forma de sacar conclusiones; los datos numéricos como vía de cuantificar las observaciones; el placebo para determinar el valor real de la terapéutica; las técnicas de enmascaramiento para asegurar la interpretación de los resultados y la distribución aleatoria. Todo para evitar prejuicios o sesgos tan importantes en la evaluación terapéutica. Si a ello se une la introducción de la estadística, la ética y las normas reguladoras nos encontramos en la actualidad de los ensayos clínicos controlados en todas sus fases.

La historia, como punto de partida, nos ha traído hasta aquí y ahora nos embarca hacia el futuro, donde inevitablemente todos consumiremos lo que de vida nos resta. En los años 1948 y 51, se desarrollaron los primeros ensayos clínicos controlados. Recuérdese a Bradford Hill como piedra angular al respecto. Lo que vino después no es objeto de esta conferencia. Ahora ya contamos con la preciosa herramienta farmacológica clínica que bautizamos como "... El ensayo clínico controlado aleatorizado y doble ciego...". Aún así, errores, haberlos haylos, pero dentro del margen estadística, científica y humanamente tolerable.

Con mentalidad juliovernesca pienso y espero que el nuevo milenio, en este como en muchos otros aspectos del saber, nos traerá muchas y gratas sorpresas que nos harán la vida cada vez más agradable.