Real Academia Nacional de Medicina
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Sesión del día 28 de Marzo de 2006 - Inteligencia y Síndrome de Intestino Irritable

"Inteligencia y Síndrome de Intestino Irritable"

Manuel Díaz-Rubio García

 

 

 

 

por el Excmo. Sr. D. Manuel Díaz-Rubio García,

Catedrático y Jefe de Servicio de Aparato Digestivo Hospital Clínico de San Carlos
Universidad Complutense de Madrid

Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Sillón nº 7 -Medicina Interna-

 

RESUMEN

El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional crónico que se caracteriza por la existencia de dolor abdominal asociado a cambios de ritmo intestinal sin alteración orgánica demostrable. Se trata de un trastorno muy prevalente en los países desarrollados (lo padecen entre el 11 y 14 % de la población) del que no se conocen sus causas, que deteriora la calidad de vida de quien lo sufre y que genera un gran consumo de recursos. A pesar de no conocer sus causas sabemos que determinados factores influyen en su génesis o en el desencadenamiento de sus síntomas. Entre ellos destacan, la dieta, determinados factores biológicos (alteraciones en la sensibilización, motilidad intestinal, sensibilidad visceral, cambios en la flora intestinal y en la regulación neuroénterica así como infecciones intestinales), y determinados factores psicosociales (comportamiento de enfermedad, situación social, estrés, acontecimiento vitales, neuroticismo, ansiedad y somatización).

Sin embargo y al margen de los factores psicológicos (no estudiados en pacientes de nuestro país) ningún estudio se ha realizado sobre la inteligencia en estos pacientes a pesar de conocer que los procesos cognitivos participan en el SII. Hoy sabemos que la inteligencia, tanto la racional como la experiencial participan en la interpretación e integración emocional pudiendo intervenir por tanto en la fisiopatología de la enfermedad o en la precipitación de sus síntomas.

La Inteligencia Racional (IR), medida por el coeficiente intelectual (CI) no es una garantía de éxito en la vida. Es consciente, analítica, lenta y lógica. Es nuestro potencial intelectual, se asocia a un sistema de aprendizaje inferencial, opera por comprensión de reglas y no está vinculado a la experiencia afectiva. Los pensamientos de la Inteligencia Racional responden a una planificación a largo plazo.

La Inteligencia Experiencial (IE), es el Pensamiento Constructivo es el pensamiento de la IE. En la IE el pensamiento precede a la emoción y hace énfasis en la inteligencia de los pensamientos automáticos y el control sobre la experiencia emocional. (En el caso de la inteligencia emocional, algo diferente, las emociones preceden a los pensamientos). El Pensamiento Constructivo Global (PCG) se asocia con el éxito en la vida (laboral, social, sentimental, bienestar físico y psíquico) y es independiente de la IR. Las personas con puntuaciones bajas en PCG tienen respuestas afectivas mas negativas y reacciones biológicas mas acentuadas al estrés pudiendo relacionarse con la aparición de determinados síntomas físicos.

La IR funciona por la lógica, tiene gran carga genética y no se puede intervenir sobre ella. La IE o Pensamiento Constructivo lo hace por asociaciones, tiene escasa o nula carga genética y se puede intervenir sobre ella.

Los componentes del Pensamiento Constructivo son la Emotividad , la Eficacia , el Pensamiento Categórico , el Pensamiento Superticioso , el Pensamiento Esotérico y el Optimismo Ingenuo . La Emotividad se relaciona con enfrentarse a situaciones mas como desafío que con temor, la Eficacia a pensar automáticamente en términos que faciliten una acción eficaz, el Pensamiento Categórico a ver el mundo en blanco y negro e ignorar diferencias mas finas, el Pensamiento Superticioso m ide aferrarse a supersticiones privadas, el Pensamiento Esotérico se refiere al uso de creencias paranormales o irracionales y el Optimismo Ingenuo o ilusión el grado de visión ingenua, ilusa o irreal del mundo.

La hipótesis de trabajo ha sido que las personas con SII tendrían una inteligencia experiencial menor que los sujetos controles lo cual haría que fueran mas vulnerables a los acontecimientos vitales. Los objetivos de este estudio fueron evaluar la Inteligencia Racional y Experiencial así como los factores psicológicos (ansiedad y personalidad) en los pacientes con SII.

Se ha estudiado 100 casos de SII que cumplían los criterios de Roma II y 100 controles, excluyéndose de ambos grupos la existencia de déficit intelectual o diagnóstico psiquiátrico reciente (menos de 1 año). Los casos de SII se distribuyeron en dos grupos, uno de 50 casos que consultaban habitualmente con el médico y otros 50 que no lo hacían. Todos los participantes completaron diversos cuestionarios: 1) Datos socio-demográficos : Cuestionario ad-hoc. 2) Datos clínicos : Cuestionario Clínico, GSRS ( Gastrointestinal Symptoms Rating Scale ). 3) Gravedad del SII : Functional Disease Severity Index (Drossman y Patrick). 4) Calidad de vida : Genérico: SF-36, Específico: IBSQoL (Drossman). 5) Caracterización psicológica : Sucesos Vitales: Listado de acontecimientos vitales de Holmes y Rahe, Ansiedad: STAI, Personalidad: NEO PI, MMPI-2. 6) Inteligencia : Inteligencia Racional: WAIS-III, Inteligencia Experiencial: Constructive Thinking Inventory (Epstein).

Los resultados obtenidos nos demuestran, tal como estaba comunicado en los paises anglosajones una alteración de los factores psicológicos en el SII, expresados por la existencia de antecedentes de determinados acontecimiento vitales, niveles significativos de ansiedad rasgo y ansiedad estado y un neuroticismo estadísticamente significativo.

En cuanto al estudio, primero en el mundo, de la Inteligencia Racional y Experiencial en el SII, nuestro estudio ha puesto de manifiesto que la Inteligencia Racional es exactamente igual en todas sus vertientes (CI verbal, manipulativo, comprensión verbal, organización perceptiva, memoria de trabajo y velocidad de proceso) en los pacientes con SII y en los controles. Solo en el grupo de pacientes con SII que consultaban habitualmente con el médico se observó una disminución levemente significativa (p < 0.05) del CI.

Sin embargo en cuanto a la Inteligencia Experiencial (PCG) nuestro estudio demuestra una disminución altamente significativa desde el punto de vista estadístico del Pensamiento Contractivo Global en los Pacientes con SII en comparación con el grupo control. De sus componentes existe una disminución estadísticamente significativa de la emotividad y de la eficacia en el SII. Por el contrario existe un aumento estadísticamente significativo del pensamiento supersticioso y de la rigidez, mientras que el pensamiento esotérico y la ilusión es comportan igual que en los controles.

En síntesis, puede deducirse de nuestro estudio que serían factores asociados a sufrir SII un mayor neuroticismo, un mayor nivel de ansiedad rasgo y estado, un aumento de los acontecimientos vitales estresantes y una disminución de pensamiento constructivo global. Por el contrario serían factores asociados a consultar por el SII un aumento de la ansiedad estado, una disminución del pensamiento cosntructivo global y una disminución de la inteligencia racional.

Las implicaciones de este estudio pueden ser fisiopatológicas y terapéuticas. Fisiopatológicas en cuanto que la inteligencia experiencial se relaciona con el grado de estrés auto-generado por los acontecimientos “normales” de la vida diaria y cabría preguntarse si ¿podría ser la respuesta biológica a este estrés auto-generado un factor importante en la patogenia del SII? o si este estrés auto-generado podría ser el nexo de unión del SII con el neuroticismo y la ansiedad. En cuanto a las implicaciones terapéuticas y en base a que la inteligencia experiencial es modificable cabría preguntarse si la modificación de la Inteligencia Experiencial mediante una intervención terapéutica conllevaría una mejoría de los síntomas del SII?