Real Academia Nacional de Medicina
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1920 - López Elizagaray, Jacobo





Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Toma de Posesión: 23/05/1920

Sillón nº 48

Discurso de Ingreso: "Crisis agudas de insuficiencia cardiaca".

Contestación: Excmo. Sr. D. José Codina Castellvi.

Fallecimiento: 01/10/1934


Biografía:

Don Jacobo López Elizagaray nació en Santiago de Compostela el día 13 de enero de 1860 y en la gloriosa Universidad compostelana hizo sus estudios de Medicina con gran aprovechamiento. Se licenció en el año 1880. Al año siguiente se doctoró en Madrid con la calificación máxima.

Seguidamente ingresó, por oposición, en el Cuerpo de Sanidad de la Armada, que abandonó pronto porque, tres años después, residiendo ya en la Corte, ganó una plaza de Médico de la Beneficencia Provincial como Jefe de Sala de Medicina Interna en el Hospital General. A partir de entonces, pronto ganó sólido prestigio como internista, ejerciendo una provechosa labor docente por ser un extraordinario clínico, con mayor afición por los procesos cardiopulmonares.

También fue Médico y Decano del Hospital de San José y Santa Adela. Años después fue nombrado, a propuesta del claustro de Profesores, Agregado de la Facultad de Medicina para impartir enseñanza oficial de Patología Médica con su Clínica.

Años más tarde fue nombrado Médico de la Real Cámara y del Rey Alfonso XIII. .

Premiado por la Sociedad Española de Higiene por su trabajo «Higiene del trabajo en la: segunda infancia». Secretario general de la Academia Médico-Quirúrgica Española, en la que colaboró asiduamente. Presidente honorario en los Congresos de la Tuberculosis de Zaragoza y Barcelona.

Vicepresidente de la Sociedad de Especialistas de Pecho. Con Madinaveitia, Azúa y Ortiz de la Torre, fundó la «Revista Clínica de Madrid», en la que publicó una gran parte de sus trabajos. Con dedicación máxima y total a la Clínica y a la enseñanza, siempre a la cabecera del enfermo, su producción escrita fue reducida, pero provechosísima para el lector porque, por encima de todo, su magisterio y juicio clínico fueron en todo momento ejemplares. En su época fue, sin duda, uno de los profesionales más prestigiosos en Madrid y en todo el país.

Con su laboriosidad sin tregua, atesoró méritos sobresalientes que le llevaron a la Real Academia Nacional de Medicina, donde fue designado como electo, y por unanimidad, en sesión del 28 de junio de 1917. Había sido propuesto por los Académicos Dres. Carracido, Codina, Isla, Huertas y Cisneros, para ocupar la vacante producida por fallecimiento del Dr. Ortega Morejón, con la Medalla núm. 48. La sesión de ingreso se realizó el día 23 de mayo de 1920 y el nuevo Académico leyó un discurso sobre «Crisis agudas de insuficiencia cardíaca», de gran contenido doctrinal y clínico. Fue contestado por el numerario Dr. Codina y Castellví. El Dr. López Elizagaray quedó adscrito a la Sección de Medicina y Especialidades Médicas, desde donde contribuyó a las tareas académicas con gran competencia y constancia.

A partir de los setenta años nuestro biografiado sufrió una cruel enfermedad que le torturaba en demasía, pero que soportó con resignación ejemplar. Y el día 1 de octubre de 1934 acabó con la vida de este hombre modesto y sencillo, pese a su gran estatura moral y científica y a su sólido relieve profesional. En la sesión necrológica celebrada en su memoria por la Academia, el 23 del mismo mes de octubre, tanto el Presidente de la Corporación, Conde de Gimeno, como los Académicos ilustres Dres. Alvarez Ude, Simonena y Marañón pusieron de manifiesto las altas dotes del extinto y el profundo dolor que su pérdida significaba.

Fuente: “202 Biografías Académicas”, Valentín Matilla Gómez, Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1987.