Real Academia Nacional de Medicina
Imprimir

1901 - Sánchez Rubio, Eduardo





Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Toma de Posesión: 15/12/1901

Sillón nº 34

Discurso de Ingreso: "La duda en Medicina".

Contestación: Excmo. Sr. D. Matías Nieto Serrano.

Fallecimiento: 28/12/1911


Biografía:

Don Eduardo Sánchez Rubio nació en Madrid el día 20 de marzo de 1833 y fue una figura muy prestigiosa en los campos de la Medicina, de la Filosofía y de la Literatura.

Los estudios de Medicina los realizó y culminó en el Colegio de San Carlos con premios ordinarios y extraordinarios. Se licenció en el año 1854. Cuatro años después se fundó el Cuerpo facultativo de la Hospitalidad domiciliaria, en el que ingresó desde su iniciación, siendo poco después Secretario y alma del mismo.

También fue Médico del Hospital provisional de Clérigos de Madrid en 1865 y años después atendió con admirable celo y entrega a epidemias de cólera, especialmente a la de 1885. El Gobierno premió su trabajo con la Cruz de Beneficencia. En el ejercicio de la Medicina adquirió un gran renombre y fama al cuidado de una magnífica y distinguida clientela. No rehusaba, sin embargo, la atención más esmerada para los humildes, a los que cuidaba con generosidad en cualquier circunstancia o momento. También fue Médico de baños, prestando sus servicios en el Balneario de Otálora y en el de Arechavaleta, en los que atendía a un gran número de pacientes.

En consideración a sus relevantes méritos se le nombró Vocal del Consejo de Sanidad. A su vez el Ministerio de Fomento le otorgó un premio por su «Cartilla vinícola». Fue Periodista-Médico muy distinguido, dirigiendo «La España Médica», en la que hizo importantes campañas en pro de los intereses profesionales y científicos. Dirigió también la «Enciclopedia Médica» y publicó trabajos que tuvieron gran aceptación, como un «Diccionario de la vida práctica», «Causas de mortalidad de las grandes poblaciones, y especialmente en Madrid», y un libro titulado «Conversaciones con señoras», destinado a mejorar la instrucción de la mujer.

Aspiró a una plaza de Académico en la época en que este puesto se proveía por oposición, y años después fue designado para ocupar la vacante producida meses antes por fallecimiento del numerario y amigo íntimo suyo, Sr. Marqués del Busto. Tomó posesión del Sillón académico en sesión celebrada en 1901 y en tan solemne acto leyó un interesante discurso sobre «La duda en la Medicina», al que contestó el entonces Presidente de la Corporación, Dr. D. Matías Nieto y Serrano, Marqués de Guadalerzas. Durante un decenio perteneció a la Academia y en ella leyó una magnífica biografía de Nieto y Serrano y presentó enjundiosas comunicaciones sobre «Bibliografía Médica Española Contemporánea», «Depósitos de agua potable», «Lo que tienen de común los estados morbosos», «Profilaxis de la tuberculosis», «La higiene y las enfermedades crónicas», «Algunos pensamientos médicos», etcétera.

A avanzada edad se retiró de su vida activa, refugiándose en Murcia, dedicándose en estos últimos años al estudio y cultivo de la Filosofía y completando su dedicación a los familiares, viuda de un hermano e hijos, que había recogido desde muchos años antes. Él permaneció célibe, entregado a misión familiar tan valiosa y sacrificada, y así entregó su alma al Todopoderoso en Murcia el día 28 de diciembre de 1911 el que atesoraba tan relevantes méritos como ciudadano y profesional excelente.

Fuente: “202 Biografías Académicas”, Valentín Matilla Gómez, Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1987.