Real Academia Nacional de Medicina
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1900 - Rodríguez Abaytúa, Nicolás





Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina

Toma de Posesión: 25/11/1900

Sillón nº 26

Discurso de Ingreso: "La insuficiencia hepática".

Contestación: Excmo. Sr. D. Antonio Espina y Capo.

Fallecimiento: 22/01/1921


Biografía:

Don Nicolás Rodríguez y Abaytúa nació en Madrid el día 16 de octubre de 1855. Los estudios universitarios de Medicina los hizo con notable aprovechamiento en el Colegio de San Carlos. Se licenció en 1874 y se doctoró en julio del año siguiente.

Inmediatamente se incorporó al claustro extraordinario de Doctores de la Universidad Central. Con una formación médica de carácter general muy estimable, se especializó en Gastroenterología, seguramente por ser él un enfermo antiguo de estómago. Así fue uno de los iniciadores de la especialidad en España.

Para conseguir su mejor especialización frecuentó muchas clínicas acreditadas en el extranjero y a través del tiempo adquirió renombre y prestigio en Madrid, gozando de clientela copiosa.

Fue persona de amable trato y sus cualidades más relevantes fueron, por lo visto, el desinterés, la laboriosidad y la perseverancia.

Muy virtuoso y caritativo, desde su juventud figuraba en las filas de caballeros hospitalarios. Desde 1876 estaba en posesión de la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica.

Fundador y después Presidente de la Academia Médico-Quirúrgica Española y de la de Hidrología Médica; fundador de la de Terapéutica y Farmacología, de la Real de Ciencias Médicas de La Habana, fundador de la Sociedad Española de Higiene, Vicepresidente del Colegio de Médicos de Madrid, del Ateneo, etcétera. También fue Médico supernumerario de la Beneficencia Municipal de Madrid y Director del Asilo de San José de las Hermanas de los Pobres.

Fecundo publicista, escribió cientos de trabajos muy interesantes, tales como «Termometría clínica», «La dispepsia; su semiótica química y terapéutica», «La insuficiencia hepática», «Valor clínico de los medios de exploración de la dilatación de estómago», «Manuel de dietética en las gastropatías», etcétera.

Entre tanto, en la Real Academia de Medicina ocurría una vacante de numerario por fallecimiento del ilustre Dr. Ramón Félix Capdevila. Entonces los Académicos Dres. Mariani, Hergueta y Cortejarena propusieron al Dr. Abaytúa para que ocupara la vacante y, en efecto, el Pleno de la Corporación, en sesión del 2 de diciembre de 1899, en votación secreta, le eligió Académico electo. El 25 de noviembre del año siguiente (1900) tomó posesión de su Sillón académico, leyendo un interesante discurso sobre el tema «La insuficiencia hepática». Le contestó en nombre de la Corporación el numerario Dr. Espina y Capo. Quedó adscrito a la Sección de Medicina y Especialidades Médicas con la Medalla núm. 26. Su comportamiento como Académico fue ejemplar, lo mismo que lo había sido toda su vida.

Al morir dejó dispuesto en su testamento que su biblioteca íntegra (con libros, librerías, muebles, etc.) pasase a propiedad de la Real Academia, y además establecía, con todo detalle de instauración y desarrollo futuro, una serie de legados y premios para jóvenes licenciados y doctorandos para trabajos destacados, conductas ejemplares de facultativos, etc., que cada año adjudica la Academia, según las normas establecidas por el fundador.

La salud de éste fue quebrantándose en los últimos meses de su vida. Ésta terminó, desgraciadamente, el día 22 de enero de 1921. Su recuerdo perdura en la Academia a través de los tiempos con la imagen inequívoca del hombre bueno, científico serio y benefactor insigne.

Fuente: “202 Biografías Académicas”, Valentín Matilla Gómez, Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1987.