Tres académicos en el desarrollo y traslación a la clínica de la piel artificial en España
Publicado el 21 de febrero de 2024.
El Grupo de Ingeniería Tisular del departamento de Histología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada y del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) acaba de presentar públicamente los datos que confirman la eficacia de la piel artificial UGRSKIN, un medicamento de terapias avanzadas para tratar al paciente gran quemado que ha resultado ser efectivo y similar a la epidermis humana desde el punto de vista histológico.
Este grupo de investigación granadino, dirigido por el Prof. Antonio Campos, académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), y en el que participan los profesores Miguel Alaminos y Vicente Crespo, académicos correspondientes de la misma, es pionero en España en el diseño y la fabricación de tejidos artificiales humanos. Recientemente han presentado los resultados del seguimiento y el análisis histológico de los 12 primeros pacientes tratados de su modelo de piel artificial UGRSKIN generado hace más de diez años en 2012 con células de la piel humana y biomateriales naturales. Los datos han sido incluidos en el artículo científico “Histological assessment of nanostructured fibrin-agarose skin substitutes grafted in burnt patients. A time-course study”, publicado en la revista de alto impacto Bioengineering and Translational Medicine.
El grupo, con los académicos participantes, ha logrado demostrar la eficacia de este modelo de piel en animales de experimentación y ha desarrollado todos los controles de calidad necesarios para su caracterización y su traslación a la clínica. Tras demostrar la utilidad potencial del modelo UGRSKIN, y en estrecha colaboración con la Red Andaluza de Diseño y Traslación de Terapias Avanzadas (Radytta) de la Junta de Andalucía, se fabricó la piel artificial en calidad farmacéutica para su uso como medicamento de terapias avanzadas de acuerdo con la normativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), cumpliendo todos los estándares de calidad existentes en Europa.
De este modo, una vez aprobada por la AEMPS, la piel artificial UGRSKIN se utilizó por primera vez en 2016 para tratar a una paciente que presentaba graves quemaduras en el 70% de su superficie corporal. Tuvo lugar en la Unidad de Quemados de referencia para Andalucía, ubicada en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, con buenos resultados. Desde entonces se han tratado un total de 15 pacientes (8 adultos y 4 niños), con una supervivencia global cercana al 80%.
El tratamiento de los pacientes grandes quemados es todavía un reto sanitario. A pesar del desarrollo de la medicina actual, la supervivencia de los pacientes que sufren quemaduras profundas en amplias extensiones de su cuerpo es aún muy escasa, por lo que es necesario desarrollar nuevos tratamientos realmente eficaces para estos casos, como la piel artificial diseñada por estos académicos.
“Los resultados obtenidos constituyen un estímulo para que el grupo continúe investigando en este campo de la histología y construyendo nuevos tejidos artificiales destinados a resolver patologías, en muchos casos irresolubles, y mejorar la calidad de vida de los pacientes tratados con ellas”, afirma el Prof. Campos.
Los resultados preliminares del proyecto también han sido comunicados en foros internacionales en Berlín, Zurich, Nantes y Shanghai. Además, como consecuencia de estos resultados extraordinarios, el propio grupo de investigación será quien organice la próxima reunión de la Red Europea de Ingeniería Tisular de la Piel para grandes quemados (ESEN) el próximo mes de junio en Granada.
Piel artificial que permite a los pacientes superar grandes retos
Los pacientes tratados con la piel artificial UGRSKIN no sólo han logrado mejorar su calidad de vida, sino que algunos han logrado superar retos y dificultades como el ascenso a altas montañas y competiciones deportivas de elevado esfuerzo. Es el caso de Álvaro Trigo Puig.
Álvaro es un joven madrileño de 28 años que en 2018 sufrió quemaduras en el 63% de su piel tras un grave incendio. Debido a las heridas, estuvo en coma 10 días y permaneció cuatro meses ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Tras implantarse la piel artificial diseñada por estos académicos, Álvaro ha organizado y llevado a cabo proyectos solidarios deportivos de larga distancia: ha escalado el Kilimanjaro y el Mont Blanc, ha cruzado a nado el Estrecho de Gibraltar y el trayecto entre Formentera e Ibiza y ha nadado desde las Islas Cíes a Vigo con los pies encadenados, entre otros retos.
“El mensaje que trasmite el Álvaro es extraordinariamente valioso como mensaje de esperanza para los pacientes que son objeto de este tipo de terapias avanzadas”, concluye el Prof. Campos.