Sesión del día 7 de Febrero de 2006
"Cambio Demográfico y Gestión de Salud"
por el Excmo. Sr. D. Juan del Rey Calero,
Académico de Número
"Estrategias de vacunación en la población adulta española en la actualidad"
a cargo del Ilmo. Sr. D. Ángel Gil de Miguel,
Académico Correspondiente.
"Cambio Demográfico y Gestión de Salud",
por el Excmo. Sr. D. Juan del Rey Calero,
Catedrático de Medicina Preventiva
Universidad Autónoma de Madrid
Académico de Número
Real Academia Nacional de Medicina
Sillón nº 17 -Microbiología y Parasitología Médica-
RESUMEN
Desde la proclamación de nuestra Carta Magna de 1978, y de la Ley General de Sanidad de 1986 a nuestros días, la sociedad española ha experimentado notables cambios sociales. Los indicadores económicos, sociales y sanitarios en nuestro país han mejorado también en cuanto al aumento de la Esperanza de Vida, importante disminución de la Mortalidad Infantil y en las Encuestas de Salud. Los Factores de Riesgo influyen en las principales causas de Muerte, por lo que se ha dicho "que el hombre no muere, sino se mata". Se especifican las prácticas de buena Salud, por lo que hay una evidencia empírica de una mayor duración de la vida libre de discapacidad, en seguir la dieta mediterránea, en No Fumar, el moderado uso de Alcohol, sueño adecuado, el control de peso, evitando la Obesidad y el Sobrepeso, así como la actividad física diaria, consiguen una Vida más saludable.
Se ha producido un desmedido crecimiento del entramado administrativo y gestor en detrimento de los Recursos establecidos para el ámbito asistencial. Se han multiplicado por 2 ó por 3 los recursos destinados a la promoción de la gestión en los últimos 20 años. Hay que acometer nuevos modelos de gestión aceptados con consenso, con los profesionales coma ejes del Sistema.
En cuanto a las consideraciones a escala global en el mundo en que vivimos, el hambre no conoce fronteras y la lucha no puede esperar. Así pues, hay una correlación entre Salud y Pobreza que hay que superar porque afecta a la dignidad del hombre, a la perspectiva universal de los derechos humanos, incluso en el ius gentium, y a la dimensión ética como normativa de las nuevas estructuras socio-económicas. Hay pues que transfigurar el presente para devolver la esperanza a este mundo globalizado, pero todavía hambriento, sediento de justicia, de luz y de solidaridad.
ABSTRACT
Since our Constitution declaration in 1978 and General Law for Health in 1986, to date, the Spanish society has undergone marked social changes. Socioeconomic and health indicators in Spain have also improved as to an increased life expectancy, important reduction in infant mortality, and favourable changes reported in the national Health Survey. Risk factors influence the main causes of death, thus it is said that "man does not die but it kills himself'. Healthy health practices are specified, and there is empirical evidence of greater disability-adjusted life years, a better adherence to Mediterranean diet, no smoking, moderate consumption of alcohol, enough time of sleeping, weight control, avoiding obesity and overweight, and increased physical activity, all the above practices achieving a healthier life.
At a global scale in the world we live, famine has no frontiers, and fighting against this plague can not await longer. Overall, health and poverty are correlated and it must be overcome for reasons of human dignity, universal rights (even in ius gentium), and ethical dimension as normative of new socio-economic structures. Present must be transformed to recover hope in our global world, still hungry, and in need of justice, enlightenment and solidarity.
"Estrategias de vacunación en la población adulta española en la actualidad",
por el Ilmo. Sr. D. Ángel Gil de Miguel,
Académico Correspondiente
Real Academia Nacional de Medicina
RESUMEN
El control de las enfermedades infectocontagiosas más comunes en la infancia mediante la administración de vacunas, constituye uno de los adelantos médicos trascendentales del siglo pasado. La inmunización frente a enfermedades como poliomielitis, sarampión, tos ferina, tétanos, difteria, etc. Se han asociado a una masiva reducción del problema sanitario originado por estas enfermedades. Lógicamente, los mayores logros se han alcanzado en los países desarrollados, donde se han conseguido altos niveles de cobertura vacunal, pero en general en todo el mundo se ha avanzado considerablemente en la lucha contra las enfermedades transmisibles. Así la erradicación total de la viruela en el siglo pasado o bien la certificación de zonas libres de poliomielitis en América y Europa a principio de nuestro nuevo siglo, pueden considerarse como una de las más importantes conquistas de la ciencia médica. Durante el siglo XX la vacunación ha sido una de las medidas de mayor impacto en salud pública, ya que con su administración se ha conseguido disminuir la carga de enfermedad y la mortalidad por enfermedades infecciosas en la infancia.
Se estima que la introducción de las vacunas en el mundo ha evitado anualmente 5 millones de muertes por viruela, 2,7 millones por sarampión, 2 millones por tétanos neonatal, 1 millón por tos ferina, 600.000 por poliomielitis paralítica y 300.000 por difteria.
Desde 1900 a 1973 se produjo un uso masivo de vacunas, fundamentalmente en países desarrollados (viruela, tuberculosis (BCG), difteria-tétanos-pertussis (DTP), vacunas atenuadas e inactivadas contra la poliomielitis (VPO, VPI) y vacuna contra el sarampión). En 1974, la Organización Mundial de la Salud (OMS) implanta el Programa Ampliado de Inmunización, PAI (Expanded Programme on Immunization, EPI) , con el objetivo de hacer llegar la vacunación a los países en desarrollo; dicho programa incluye la vacunación de tuberculosis (BCG), difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis y sarampión. En 1993 se incluye en dicho programa la vacunación de hepatitis B y de fiebre amarilla en aquellos países en los que la enfermedad es endémica. En 1998 se introdujo en el EPI la vacuna de Haempohilus influenzae tipo b.
A mediados de los años 50 las vacunas frente a la poliomielitis, oral e inactivada, y el inicio de su empleo masivo, bien de forma rutinaria o mediante campañas específicas de vacunación, fue el inicio de la puesta en marcha de programas de vacunación en principio dirigidos a la población infantil con el objetivo de lograr una amplia inmunidad de la población que permitiera el control de la infección.
Las políticas poblacionales de la vacunación son por lo tanto muy recientes, lo que significa que en el momento actual tenemos algunas cohortes de población adulta justamente anteriores a las cohortes vacunadas, que no se beneficiaron de esta medida de control y, en muchos casos, se les dificultó entrar en contacto, a la edad en que era habitual, con el agente infeccioso y desarrollar la enfermedad y la inmunidad consecuente. Estas cohortes presentan unos porcentajes más o menos importantes de sujetos susceptibles que en algunos casos son los responsables de la persistencia de brotes de estas enfermedades sometidas a programas de vacunación.
En el caso de algunas vacunaciones administradas en la infancia, no presentan inmunidad duradera para toda la vida, por lo que si los programas no se refuerzan con dosis posteriores al cabo de los años los sujetos vacunados se vuelven de nuevo susceptibles y por lo tanto a riesgo de enfermar.
Es pues de gran importancia, extender las políticas o recomendaciones de vacunación a la población adulta con el fin de complementar los programas de vacunación infantil y reforzar su impacto en el control de la infección.